Innovar o morir, en la acepción de quedarse atrás en el tiempo con respecto a los demás clubes punteros de Europa, como ya le pasó al Barcelona a finales del siglo XX. Esta es la obsesión del club barcelonista, que hoy presenta su propia evolución del centro de tecnificación y alto rendimiento más envidiado de las últimas décadas, el Milan Lab que forjó las cinco Champions League que el cuadro 'rossonero' ganó entre 1989 y 2007. El Barcelona, todavía hambriento pese a llevarse cuatro de los últimos diez títulos, al margen de siete Ligas, pretende marcar tendencia y reforzar su marca a partir del Innovation Hub, un proyecto multidisciplinar que va mucho más allá de lo meramente deportivo.
El Barcelona, de esta forma, apuesta por el conocimiento y su transmisión en busca de la excelencia deportiva con el objetivo de llevar el deporte a una nueva esfera y lograr que los avances en cuanto a alto rendimiento profesional lleguen también al deportista aficionado, reforzando así los valores del deporte, y también los del Barcelona, en la sociedad. De algún modo, es un paso natural tras la creación de las distintas sedes de la FCBEscola alrededor del mundo y de la reforma integral del fútbol formativo, la llamada Masia 360, que no solo forma deportistas sino que pretende acompañar su crecimiento y desarrollo personal desde el principio hasta el fin de sus días como profesionales.
Pero ¿qué es exactamente el Innovation Hub? El club lo presenta como "un centro de conocimiento e innovación deportiva a escala mundial con el que quiere contribuir a transformar el mundo mediante estos dos ejes" según explicaron el directivo Jordi Monés y los ejecutivos Albert Soler y Javier Sobrino en el avance a la prensa. Es un proyecto que, al margen de incrementar los beneficios que la tecnología pueda brindar en la preparación física, táctica y técnica de los distintos equipos, profesionales y formativos, también pretende crear un valor añadido al club y a la sociedad. Pues el club entiende que el conocimiento, en la era de la comunicación que nos asiste, "está para compartirlo" y "transformar así el mundo a través de la excelencia deportiva" como subrayó Monés.
El Innovation Hub se desarrolla en un ecosistema con cuatro agentes definidos con los que intercambiará conocimiento médico y tecnológico, pero también con vocación mercadotécnica y social: hay universidades y centros de investigación como la Universitat Politècnica de Barcelona o la Universidad de Pekín, en China, patrocinadores como Gatorade, que lleva años trabajando con el club en busca del máximo rendimiento deportivo, agentes de financiación e indústria que desarrolle la tecnología necesaria para ir implantando los nuevos conocimientos adquiridos.
Monés, el directivo responsable del proyecto, expresó el concepto de una forma mucho más gráfica: "el Innovation Hub y sus cuatro áreas de conocimiento implican que si hay alguien que hace algo que no sepamos hacer, lo aprenderemos y lo transmitiremos a nuestros partners para desarrollar elementos que puedan beneficiar a la sociedad".
Las áreas de conocimiento a las que hace referencia son los deportes de equipo, que incluyen a las cinco secciones profesionales y sus respectivas academias, el rendimiento de cada uno de los integrantes de todas y cada una de estas plantillas, los servicios médicos y de nutrición, que seguirán perfeccionando la monitorización de los deportistas, la tecnología que lo hará posible y también tendrá en cuenta las ciencias sociales, dando a la iniciativa una vocación mercadotécnica, periodística y legal como nunca antes se había visto en el mundo del deporte en Europa.
Monés resume que "con este proyecto pretendemos gestionar el conocimiento, queremos seguir ganando y para eso tenemos que estar siempre a la última". En otras palabras, "si queremos seguir siendo el primero de los primeros, debemos seguir reinventándonos y eso significa conocimiento". En cualquiera de sus formas y colores, además.
Fuente: goal.com
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