MODELO DE ENTRENAMIENTO
LTAD – DEPORTES COLECTIVOS
“La motivación nos impulsa a
comenzar y el hábito nos permite continuar"
Jim
Ryun
El modelo LTAD (Long-Term
Athlete Development) fue propuesto por Stafford
(2005), basado en las obras de Balyi, e incluye los siguientes etapas:
1) FUNdamental (divertirse) , 2) Aprender a entrenar, 3) Entrenar para entrenar, 4) Entrenar para competir, 5) Entrenar para ganar y 6) Retención.
Se trata de un modelo que no sólo consagra las
etapas de formación del joven
deportista, sino para la vida. Intenta
maximizar el potencial individual
de cada atleta, como también, para
la mayoría de los deportistas que no llegan a la élite,
promover los beneficios de un compromiso
de larga duración en el deporte (Fig.
1).
Como podemos ver, el primer paso es crucial,
cuyos diseños se basan en la prescripción de ejercicios y movimientos de carácter
multilateral, diversión y promover el aprendizaje motor. Implica una educación
básica universal, preferiblemente la práctica de una amplia gama de actividades
físicas y deportivas, con una duración mínima de dos años. El autor distingue entre
niños (6-8 años) y niñas (6-9 años). El elemento de diversión
("divertido") es esencial en este primer paso. La progresión de las
habilidades motrices básicas en juegos y actividades divertidas y bien
estructuradas sentará las bases para las siguientes habilidades y conocimientos
de un deporte a desarrollar.
Después,
viene la etapa de Aprender a
entrenar. Stafford (2005) asocia este paso
para las edades 8-11 años (niñas) y 9-12 años
(niños). Es una fase dominada por aprender habilidades
motrices específicas de las modalidades
- la acción técnica en deportes individuales o de acciones técnico-tácticas en JDC
(juegos reducidos / condicional, principios específicos del juego) - pero, igualmente,
componentes coordinativos multilaterales,
así para mejorar los requisitos de ingreso psico-cognitivo y neuromuscular. Es en
esta etapa debe ser introducidas las habilidades motoras y capacidades inherentes, sucediendo en ambientes de
practica que susciten el placer y el descubrimiento guiado.
Debe considerarse como la etapa principal de aprendizaje, en que abarca fases
sensibles, incluso críticas, en el que hay una rápida adaptación a proceso de formación. Por tanto, es inherente a la adquisición de las habilidades motrices básicas y comunes a muchos deportes, sin embargo, de acuerdo con Stafford (2005), hay una reducción en el número de actividades / deportes practicados, siendo
recomendada la práctica de
tres actividades distintas. Se debe hacer hincapié en el aprendizaje del entrenamiento
y la práctica y no en el resultado de
la actuación del niño, aunque el elemento "competición" también debe ser
introducido (entrenamiento-competición proporción de 80:20).
Según
Stafford (2005), el siguiente paso (Aprender a entrenar) se produce en los
niños de entre 12 y 16 años, y en las niñas de entre 11 y 15 años. El autor
sostiene que esta medida abarca un período particularmente sensible a las
habilidades físicas y técnicas y tácticas. Por otra parte, esto se puede
considerar como la fase principal para el desarrollo de la condición física, incluyendo
la resistencia aeróbica y la fuerza, y el Pico de Velocidad en Altura (PVA) un
punto de referencia, teniendo siempre en cuenta. En los JDC, esta etapa el
contenido de la formación se centra en el desarrollo y la consolidación de
acciones o de conocimientos técnicos específicos de un deporte, y es también el
primer paso de la preparación táctica, por supuesto, en los niveles básico e
intermedio. Stafford (2005) admite que esta etapa puede durar entre tres y
cinco años, lo que indica un aumento gradual de la formación específica en
relación con la práctica general y la importancia relativa de la competencia en
el proceso educativo de los niños / jóvenes (formación:competición, proporción de 60: 40).
El modelo LTAD contempla,
seguidamente, la etapa Entrenar para competir, involucrando a jóvenes entre 16 y
18 años y niñas de entre 15 y 17 años de edad. Trata de una etapa que debe dar
oportunidades para los atletas potenciales de prepararse para la situación
competitiva. El seguimiento de los efectos del entrenamiento y la competición parece
tan indispensable como lo es crucial para identificar las fortalezas y
limitaciones individuales que prestan, en última instancia, la optimización del
desarrollo del atleta. En el marco del JDC, se incluye la preparación técnica, táctica
y física específica del deporte, lo que implica la preparación táctica en una
posición específica (especialización), la aplicación de los principios de los
procesos ofensivos y defensivos generales y específicos, la planificación y la
evaluación de la competición y la observación y la adaptación a los equipos
contrarios. Este paso es donde la competición comienza a ganar una posición
dominante en el proceso de formación con una relación de entrenamiento-competición
de 40:60 (Stafford, 2005).
El modelo LTAD abarca además un paso final en relación con la preparación
de atleta con
capacidad de alcanzar altos niveles de
rendimiento: la etapa de Entrenar para ganar. Aunque varia en función de la
modalidad, Stafford (2005) sugiere
que se produce a partir de los 18 años para los hombres y de 17 años para las niñas. En general, se busca maximizar el rendimiento,
"picos" de forma, así, las
habilidades relevantes, ya se han desarrollado. En cuanto a la JDC, en el plano de la táctica, el desarrollo efectivo de estrategias
competitivas, el "juego" en función de las fortalezas y debilidades del oponente, y el modelado de los aspectos del rendimiento en la situación
de entrenamiento.
Por
último, la fase de retención, cuyo
principal objetivo es retener a los, dándoles distintos roles (directivos, entrenadores, empleados, socios, etc.)...
A pesar de todos los pasos que constituyen el modelo LTAD son relevantes, los tres primeros pasos son
de vital importancia en la globalidad del
proceso.
Especialmente
en los JDC, el
desarrollo de la toma de decisiones inherente en el acto táctico, es decir, el problema de la solución de juego situacional,
no puede dejarse al azar. Más bien, debe integrarse y permanecer durante todo el proceso de formación de los jóvenes, siendo la
parcela del entrenamiento táctico, el tiempo total de entrenamiento, determinado
por la importancia relativa de este
componente en la estructura del
rendimiento del juego. También es
importante destacar que todos los
programas de entrenamiento,
competición y recuperación debe ser
diseñado de acuerdo al desarrollo individual y no, como es común, relativo a la edad cronológica de los atletas (Stafford,
2005).
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